Esta es la Dama Blanca de Africa, una gigantesca figura femenina esculpida en la ladera de una gran montaña, el Monte Loura, al norte de Guinea ConaKry. Nadie sabe quién diablos es esta Reina de Piedra, pero está ahí, lleva miles de años, y mide 150 metros de altura; dicen que es la escultura más grande del mundo, y resulta que nadie sabe nada de ella.
Sorprende ver la imagen de esta Diosa Blanca en medio del Africa Negra más profunda, porque el rostro de esta mujer no presenta rasgos negroides, ni propios de esa zona del continente negro. El relieve de la "diosa" está tallado en granito, el tipo de piedra más duro para trabajar.
Es uno de esos descubrimientos "conflictivos" porque la Historia y la Arqueología oficial no pueden ubicarla en ninguna parte ni periodo conocido, y ante la incomodidad que plantea su existencia y la falta de respuestas, se ha optado por dejarla olvidada y que siga pasando desapercibida. Era demasiado grande y difícil de borrar como para esconderla en uno de los almacenes en donde suelen guardar todos los objetos conflictivos, y ha quedado allí a su suerte.
El Monte Loura es una montaña que se eleva a 1515 metros sobre el nivel del mar; constituye el punto más al norte y el pico más alto en el norte del país africano de Guinea, y es parte de un complejo de montañas conocida como "El Macizo de Tamgue".
La República de Guinea, llamada también Guinea-Conakri para diferenciarla de las otras Guineas, es un país de África occidental, antiguamente conocido como Guinea Francesa. Guinea es un país muy rico en minerales, incluyendo la bauxita, diamantes, oro y aluminio. El francés es la lengua oficial de Guinea.
El descubrimiento de la Dama Blanca, también llamada "Dama de Maali", tuvo lugar hace relativamente poco tiempo, en 1997, y su descubridor fué el geólogo italiano Angelo Pitoni.
Todo empezó en 1990, cuando Angelo Pitoni fué enviado al norte de Sierra Leona, contratado por una compañía, para inspeccionar la zona de Kono, fronteriza con el sur de Guinea, y comprobar si había yacimientos de diamantes.
Allí Pitoni hizo su primer descubrimiento sensacional, cuando los nativos de la tribu Fulah le mostraron "las piedras azules" "blue stones" "sky stone" o "piedras del cielo". Los nativos relataron que aquellas piedras azules provenían de los antiguos dioses que habían habitado en la Tierra, y en principio Pitoni lo aceptó más bien como un mito tribal.
Pero al regresar a Europa, Pitoni envió unas muestras de estas piedras azules al "Instituto de Ciencias Naturales de Ginebra" y a la Universidad de La Sapienza en Roma.
El resultado de los análisis arrojó que el material de esas piedras azules no estaba catalogado por la ciencia oficial, y que por tanto debía de tratarse de una especie de estuco, una composición artificial, que alguien sintetizó, de algún modo desconocido, hace miles de años. Los nativos de Guinea tenían razón.
Durante los siguientes viajes que Pitoni realizó por aquella zona occidental de Africa, hizo su otro gran descubrimiento al toparse al norte de Guinea con la Diosa Blanca del Monte Loura. La única explicación que el geólogo italiano encontró fué que la imagen de aquella diosa debía de tener alguna relación con la antigua civilización desaparecida de la Atlántida. Pitoni dedujo que algunos supervivientes de la Atlantida se refugiaron en la zona occidental de Africa.
La Diosa Blanca de Africa, uno más de los misterios cíclopes de la Tierra, no es de esta Era, sino que pertenece a otra Era anterior, muy antigua, en una época en que este planeta fué habitado por otros seres y dioses.
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