Nuestro grado de espiritualidad es el reflejo de nuestro cambio de consciencia del temor al amor. Nos encaminamos a esa maestría cuando hacemos nuestro intelecto a un lado y permitimos que nuestro corazón nos guíe, dando paso del control a la entrega. Dejamos atrás la necesidad de tratar de forzar al universo para que nos dé lo que queremos, cuando lo queremos, y como lo queremos. Sabemos que estamos adquiriendo esa maestría cuando aprendemos a confiar y a entregarnos a la voluntad divina con la absoluta certeza de que está sucediendo lo mejor para nuestro crecimiento.Cuando nuestra energía comienza a moverse de nuestra mente al corazón o de nuestro ego al corazón, nuestro proceso de pensamiento comienza a aquietarse, percibimos todo más profundamente, desarrollamos una mayor compasión y paz, soltamos la resistencia, y nuestra "mente lógica" se convierte en nuestra "mente sensitiva".La mente sensitiva tiene una vibración más elevada que la mente pensante. La mente sensitiva nos permite despertar la intuición y otras capacidades espirituales que tenemos dormidas por nuestra ignorancia o incapacidad de manejarlas con inteligencia. También permite que nuestra energía cambie y por ende observemos que la vida se va desarrollando con mucha naturalidad, sin nuestra resistencia, frustraciones, o angustia. Al mismo tiempo, comenzamos a nadar con la corriente, nos volvemos más pacientes y más atentos a las señales del universo. Aprendemos a disfrutar el camino y dejamos de obsesionarnos por la meta, a dejar ir los deseos egoístas y buscamos resultados que honren a todos, perdonamos, restablecemos el vínculo entre nosotros y el resto de la creación, aprendemos a vivir en armonía con todos los seres vivientes y nuestro planeta. Esto no quiere decir que cuando desarrollemos una mente sensitiva ya no cometemos errores, sino que cuando los cometemos, vamos a tener la capacidad de aprender de ellos y así no seguir repitiendo las mismas pruebas; pero además, vemos nuestros errores con compasión, aceptación, y amor. Y después de procesar los errores, también tenemos la capacidad de PERDONARNOS y darnos muchísimo amor porque como quiera que lo hayamos hecho esta vez, lo hicimos muy bien!!!
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