Tradicionalmente se ha utilizado el alcohol y el aceite de romero con muchas aplicaciones. Seguro que muchos de ustedes habrán escuchado a sus padres o abuelos hablar de las friegas de alcohol de romero para casi cualquier malestar, y lo cierto es que el romero tiene muchas propiedades beneficiosas para nuestro organismo.
¿Cómo se hace?
El alcohol de romero tiene una receta muy sencilla, se puede elaborar en casa, con una proporción de 50 gr de romero (hojas) y 250 ml de alcohol, y dejándolo macerar durante 15 días. Una vez conseguido el alcohol de romero es conveniente guardarlo en un frasco de cristal, oscuro, y en un lugar fresco y protegido del sol para que no pierda sus propiedades.
¿Para qué sirve?
Tanto el alcohol como el aceite esencial puro, se utilizan para uso externo, no deben ingerirse.
Por su alto contenido en hierro, el alcohol y aceite de romero es muy bueno para los tratamientos de alopecia, el hierro juega un factor importante para evitar la caída del cabello, revitaliza los folículos pilosos y regula el exceso de grasa.
El romero tiene un gran poder tonificante por un compuesto que se llama alcaloide rosmaricina, por eso masajearse con su alcohol hace que mejore la circulación sanguínea, y esto a la vez alivia la pesadez, calma y cura los músculos. Cuanto mejor circula la sangre, mayor cantidad de oxígeno reciben los músculos, y cuanto mayor cantidad de oxígeno, mejor funciona un músculo, o un órgano o mejor se recupera de una sobrecarga, alivia su dolor y descansa. Por todo esto es ideal para aliviar las piernas cansadas.
Tiene un gran poder antioxidante (es una de las plantas con mayor concentración de antioxidantes), por eso funciona muy bien para tratamientos degenerativos (reuma o artrosis), para curar dermatitis y para cosmética de anti envejecimiento.
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